Clasificar alimentos por buenos o malos, es una practica muy común de la sociedad y también equivocada, debido a dos razones:
- No existe ningún alimento perfecto, puesto que ninguno contiene todos los nutritientes necesarios.
- Ningún alimento debería considerarse perjudicial, ya que todo alimento en cantidades adecuadas es aceptable.
Es cierto que es mejor consumir unos alimentos más que otros, por ejemplo, es mejor comprar embutido en la carnicería que los productos que se encuentran ya empaquetados y procesados, porque aunque pongan 0% materia grasa o 0% azucares añadidos, para lograr en aguanten mucho más tiempo, tienen que meterles grasa, azucares y conservantes, además de que mayormente apenas contiene carne, solo entre un 40-50%.
Otro ejemplo sería el caso de las galletas y los cereales, y es que juegan mucho con la publicidad y utilizan las siguientes frases trampa:
“30% menos de grasa”- es cierto que le han quitado ese % de grasa pero generalmente sigue conteniendo mucha grasa aún, pero como la gente no mira las etiquetas caen en la trampa.
“galletas digestive con avena”- es verdad que pueden ser digestivas por la gran cantidad de fibra que contienen, pero el problema es el azúcar que lleva y que la avena en esas galletas apenas es un 10%, por lo tanto no son recomendables en una dieta saludable.
